Los niños y niñas deben aprender desde pequeños los hábitos básicos de higiene, pues además de evitar el contagio de enfermedades, los mismos ayudan a los niños en su proceso de inserción social entre sus pares.
Una de las formas de la enseñanza de hábitos es irle describiendo al niño o niña según su nivel de desarrollo todos los beneficios que les aporte el aseo diario, como por ejemplo el bienestar al sentirse limpio, oler y verse bien.
¿Cuándo enseñar estos hábitos?
Lo ideal es comenzar lo más temprano posible. Se puede colocar un banquito frente al lavabo para que el niño pueda subirse en él y asearse las manos, cara, cepillarse los dientes y sentirse más alto, también será divertido.
También se puede colocar un espejo a la altura del pequeño para que pueda peinarse.
Hay que acostumbrar a los pequeños a lavarse las manos al regresar de la calle, después de ir al baño, antes de comer y antes de ir a dormir.
También acostumbrarlos a cepillarse los dientes y usar el hilo dental luego de las comidas y antes de dormir. El cepillado de dientes es algo que debe ser supervisado hasta que el niño pueda hacerlo bien solito.
Es bueno que luego de bañarse se le permita jugar un rato con el agua, esto hará más divertido el momento del baño diario.
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